En un contexto tan complicado como el que estamos atravesando, y con la sensación de habitar ya dentro de ese cisne negro que definió Nassim Taleb en 2007, a comienzos de 2021 lanzamos una nueva edición de este estudio que titulamos ¡Déjate de predicciones! El objetivo es tomar el pulso a cientos de ejecutivos y directivos en España, con diferentes funciones y responsabilidades tanto en empresas privadas, de diversos sectores y tamaños, como en el sector público. Veamos los resultados.

En 2007, el filósofo libanés Nassim Taleb formuló la teoría del cisne negro, que desde entonces, aunque con reminiscencias centenarias, ha forjado su popularidad aplicándose a todo tipo de fenómenos económicos, históricos o climatológicos.

Dicha teoría describe —en modo metafórico— el concepto de sucesos que, además de ser absolutamente inesperados, generan un muy alto impacto. Hechos como los atentados del 11 de septiembre, el brexit o la primavera árabe de 2010 podrían considerarse cisnes negros desde este punto de vista, por mucho que puedan ser explicados de forma absolutamente racional una vez ya han ocurrido.

A la luz de esta teoría, no sería una insensatez afirmar que desde hace ya más de un año vivimos dentro de un cisne negro, compuesto a su vez de múltiples cisnes negros: la mayor crisis del petróleo en cincuenta años, el mayor conflicto geopolítico desde la Guerra Fría, el brexit o el mayor desplome económico en España desde la guerra civil…

Los resultados permiten tomar la temperatura a las decisiones que están guiando la estrategia empresarial

Todo esto, además, en solo doce meses y en el marco de la peor pandemia en un siglo. Desde luego, parecía un entorno imposible de predecir a comienzos de 2020 y, cuando menos, difícil de gestionar.

Precisamente es en este contexto cuando nuestro estudio cobra aún mayor relevancia. En el ámbito empresarial, España se encuentra ante su mayor reto económico desde, probablemente, la apertura económica de la década de los 60 del pasado siglo, tras un desplome del PIB sin precedentes en la economía moderna y con unas proyecciones que hablan de no volver a los niveles de 2019 antes de 2023, según la mayoría de los organismos e institutos de análisis.

Sin embargo, que dichas proyecciones macroeconómicas se cumplan, mejoren o incluso empeoren depende de las decisiones que los directivos de compañías de todos los tamaños y sectores adopten cada día durante 2021. En este ámbito, los resultados de este estudio son una muy buena medición de temperatura en cuanto a la dirección que están tomando estas decisiones, y al sentimiento respecto del contexto económico y empresarial en el que estamos como entorno clave.

La luz que nos ofrecen estos datos podrá empezar a mostrarnos si la actual catarsis va a facilitar cambios tan necesarios como la transformación del modelo productivo o la emergencia de nuevos sectores de alto valor añadido, que pueden servir de tractor de crecimiento…, o si, por el contrario, nos consolidamos en la segunda velocidad de una Europa multimodal.