Coincidiendo con el cambio de decenio, he hecho un ejercicio muy interesante e instructivo: he vuelto la vista atrás y me he remontado a finales de 2009 para hacer una proyección acerca de las tecnologías o tendencias que entonces se consideraban catalizadoras del cambio o palancas de innovación. Tal y como ocurre ahora, había informes y predicciones por doquier, pero la línea común hablaba de la creciente importancia de las redes de comunicaciones, la Web 2.0, el fenómeno de la movilidad o el despegue del cloud y los modelos as a service.

Si tratamos de hacer algo similar en 2020 veremos que las líneas de atención se han multiplicado y expandido. Las denominadas tecnologías disruptivas —IA y machine learning, big data, blockchain, nanotecnología, 5G, IoT y edge computing, biometría, RPA, etc.— han acelerado de forma exponencial este proceso de evolución. Ahora los pronósticos son más bien sectoriales, ya que, por sí solas, estas tecnologías son capaces de cambiar completamente modelos e industrias. Pero la verdadera explosión está llegando con las sinergias entre ellas, que las hay, y, sobre todo, en conjunción con los nuevos modelos de relaciones, organizativos y culturales que ponen el foco en las personas. Este escenario es lo que está dando lugar a la Cuarta Revolución Industrial.

Buscamos la visión de negocio que siempre debe acompañar a la aplicación de cualquier tecnología

Lejos de buscar una visión transversal de esta realidad, o de lanzar predicciones más o menos acertadas, en el artículo central hemos tratado de cubrior con una capa de realidad todo este proceso evolutivo. Siempre con un objetivo muy claro: buscar esa visión de negocio, tan necesaria en el ámbito empresarial, que debe acompañar a la aplicación de todas estas tecnologías y tendencias.

Por ejemplo, hablamos de importantes revoluciones que ya están siendo realidad en una gran variedad de organizaciones, como los modelos de consumo en el ámbito de las infraestructuras de TI, el camino hacia la digital factory (a través de la impresión 3D) y la industria 4.0, o los beneficios que se están dando a través de tendencias como las smart cities. Además, se describen casos de aplicación real, como el modelo de hiperconexión, big data e inteligencia artificial que ha permitido a SEAT poner en marcha la supply chain control tower en las instalaciones de Martorell.

Un número muy interesante, que culmina con el reportaje elaborado a partir del interesante evento que organizamos para analizar el grado de transformación digital del sector de la construcción, y que contó con una amplia representación de este tipo de compañías.