A estas alturas, nadie puede negar que estamos muy preocupados por nuestro planeta y por el daño que hemos provocado al medio ambiente. Dicen que nunca es tarde, y muchas personas —a nivel individual— y empresas se han puesto manos a la obra para revertir el daño que hemos causado, o por lo menos, frenarlo.
Cualquier negocio, grande o pequeño, puede mejorar sus procesos de fabricación, envasado y distribución usando instrumentos de medición de temperatura y otras herramientas, como las que usa Endress+Hauser, un fabricante especializado en ayudar a las empresas a mejorar el medio ambiente y cuidar del planeta.
Hay muchas iniciativas que se pueden poner en marcha para paliar este problema. En primer lugar, es muy importante ser conscientes de la necesidad de cambiar ciertos hábitos en los procesos. Desde luego, esto ya es un logro. Pero reconocer que tenemos un problema, que hemos provocado entre todos, no es suficiente. Hay que actuar y ponerse manos a la obra para solucionarlo.
Cualquier negocio puede mejorar sus procesos usando instrumentos de medición de temperatura
¿Qué pueden hacer las empresas? Una de las primeras iniciativas que se pueden poner en marcha es analizar y medir los niveles de CO2 que arrojan como resultado de sus actividades. Y, a partir de esta información, tomar decisiones que permitan alcanzar objetivos en este camino. Por ejemplo:
Ahorrar energía
El ahorro de electricidad es uno de los primeros pasos hacia un futuro neutro, algo que incidirá positivamente en el estado del medio ambiente. Cambiar ciertos equipos por otros más eficientes, instalar iluminación con tecnología LED y mantener los dispositivos desconectados cuando no se utilicen, es un primer paso para poder alcanzar los objetivos.
El reciclaje
Reciclar es otro de los grandes pasos que podemos dar como empresa para mejorar el medio ambiente. Cuando reciclamos los residuos de manera correcta, reducimos el impacto que nuestros actos provocan en el planeta. Pero no se trata solo de separar el plástico del cartón. Más bien está relacionado con un cambio de mentalidad, siendo conscientes de todo lo que implica la posibilidad de reutilizar el mobiliario siempre que podamos, así como cualquier parte de los equipos electrónicos que vayamos a cambiar y que aún pudiera ser útil. Además, en caso de desechar productos electrónicos, estos deben ir a una zona de reciclado especial.
Aprovechar los recursos
El papel, por ejemplo, suele ser uno de los recursos que desperdiciamos de forma continuada. Por mucho que usemos papel reciclado, si malgastamos muchas hojas no estaremos ayudando mucho a la sostenibilidad de la actividad que estemos desarrollando. Siempre que se pueda, se deben reutilizar las hojas por las dos caras, pensar en instalar algunos puntos de reciclaje en la empresa, etc.
Espacios respetuosos con el medio ambiente
A la hora de abrir nuevas sucursales, oficinas o fábricas es importante tener en cuenta los principios de construcción sostenible para empezar con buen pie. Existen materiales reciclados o renovables para la edificación y el rediseño de espacios, incluyendo la posibilidad de aplicar técnicas como la arquitectura bioclimática, que se basa en sacarle el máximo provecho a la luz natural, por ejemplo.
Desde luego, hay que ser conscientes del escenario al que nos enfrentamos como sociedad, pero también hay que analizar todo lo que podemos hacer para tratar de mejorar todo aquello que esté en nuestra mano, aunque se trata de cosas pequeñas. Hablamos de iniciativas tan sencillas como la posibilidad de compartir el coche de empresa, entrenar a los trabajadores para ser responsables con el consumo de agua en los baños, etc.
Si todos ponemos de nuestra parte —a nivel de personas, de empresas o como sociedad—será posible revertir el daño causado al medio ambiente y el planeta, y dejaremos un mundo mejor para las siguientes generaciones.