Nube de datos híbrida

El 96% de los responsables de la toma de decisiones empresariales señala la importancia de las estrategias de datos para su negocio. En el sector financiero esto ha supuesto una revolución; la adopción de un enfoque multicloud con una plataforma de datos híbrida, tanto cloud como on-premise, según necesidades y proyectos específicos, se ha vuelto indispensable para su desarrollo y crecimiento.

El sector financiero se encuentra en un momento crucial de su evolución digital: las empresas que lo integran han pasado de buscar la mejora de la oferta de servicios digitales a transformarse en organizaciones de ADN digital verdaderamente eficaces.

La capacidad de los proveedores de servicios financieros para aprovechar los datos es fundamental para atraer, satisfacer y retener a los clientes. Sin embargo, aunque entienden la importancia de los datos, las compañías aún siguen teniendo dificultades para dar ese salto con éxito.

Las organizaciones están agobiadas por su deuda tecnológica, así como por el cumplimiento de la normativa, cada vez más alto y al que se tienen que adaptar rápidamente. Esto, por desgracia, llega a mermar el presupuesto destinado a la innovación o evita que salgan adelante determinadas iniciativas en el tiempo inicialmente planificado.

La transformación impulsada por los datos requiere una estrategia pragmática e incremental, que ayude a crear una cultura data-driven en toda la empresa y que tenga en cuenta una de las tendencias que han llegado pisando fuerte a la industria de los servicios  financieros: la nube de datos híbrida.

Principales retos del sector financiero

Una nube de datos híbrida es una arquitectura de implementación que proporciona una experiencia coherente e intuitiva a los usuarios y desarrolladores de soluciones o herramientas basadas en datos. Este enfoque tiene todo tipo de beneficios, pero también conlleva una serie de retos que es necesario solventar.

Las plataformas de datos híbridas desempeñan un papel clave a la hora de controlar el acceso a los activos financieros

El primero está asociado a la planificación. Los modelos multicloud se contratan en formato de pago por uso; si tenemos en cuenta que los servicios financieros cada vez gestionan más datos, sus necesidades de almacenaje, análisis y gestión de estos activos en la nube requieren escalabilidad. Es necesario planificar muy bien el gasto y el consumo para evitar sobrecostes y que la incertidumbre en el volumen de la información juegue una mala pasada.

La migración a la nube no debe realizarse nunca porque sí, porque sea lo que impulse el entorno de innovación en el que vivimos. En general, las organizaciones aún están en los primeros pasos para entender el modelo operacional y los costes asociados a la implementación de plataformas de datos en la nube. Pese a sus grandes beneficios, este salto debe ir de la mano de una estrategia empresarial definida y de unos objetivos muy concretos. Si no se delimita esto antes de iniciar cualquier proceso, este puede resultar contraproducente a medio y largo plazo.

Pese a sus beneficios, el salto a la nube debe ir de la mano de una estrategia definida y unos objetivos concretos

Aunque los servicios del sector financiero siempre han estado sujetos a estrictas normativas, las exigencias de cumplimiento de la regulación de datos se han hecho más estrictas y las leyes en este ámbito evolucionan de forma constante en todas las regiones, lo que aumenta la presión para mantenerse al día. Las entidades bancarias suelen hacer movimientos internacionales (transferencias, cambios de cuenta, participaciones en Bolsa, etc.); de este modo, hay que tener en cuenta la regulación local y también las vigentes en el entorno por donde se mueve la información, y garantizar su privacidad, y la gobernanza, en cualquier estrategia de nube de datos híbrida.

Los sistemas heredados también suponen un gran desafío. Aún hay entidades bancarias que cuentan con varias plataformas o soluciones de datos, a cual más antigua (las hay incluso en desuso). Es importante hacer un buen control de los activos y evitar duplicidades de la información y de aquello que necesite migrarse a la nube.

Integrar bien los datos que residen en los distintos sistemas, aplicaciones y fuentes dispares, garantizar su calidad y que estén visibles para quienes lo necesitan, son otros de los retos que se han de solventar. Nada de lo aquí descrito es tarea sencilla, por lo que contar con el apoyo de un partner especializado, que acompañe antes y después de la migración, es esencial.

Costes y riesgos

Una de las grandes ventajas de contar con un entorno dinámico, flexible y escalable, como el multicloud, es la reducción de costes: las entidades pueden ampliar o reducir la potencia de procesamiento siempre que lo necesitan, pagando solo por lo que consumen. Para ello, la planificación es crítica, así como la supervisión en tiempo real de los activos y necesidades. Con esta base, la disminución de los costes es una realidad.

Además, también se puede seleccionar el proveedor de servicios más rentable, facilitando una estrategia de gestión de costes eficaz y la distribución de las cargas en función de modelos de precios competitivos.

El riesgo de concentración en la nube es otro de los aspectos que se han de tener en cuenta. Aquí es donde un enfoque híbrido puede ofrecer una mayor agilidad ante los cambios legislativos, así como una mejor colaboración en todo el ecosistema de servicios (proveedores de nube, reguladores y entidades financieras).

De hecho, debido a los costes asociados a algunos servicios en la nube, cada vez más entidades del sector financiero harán convivir proyectos en ambos mundos, separando los que tienen un plazo más acotado y despliegues rápidos de aquellos que están más consolidados a largo plazo.

Una de las ventajas de contar con un entorno dinámico, flexible y escalable es la reducción de costes

Además, teniendo en cuenta el valor de los datos, es necesario prever que cada vez más personas necesitarán acceder a ellos en su toma de decisiones. En consecuencia, las plataformas de datos híbridas desempeñan un papel fundamental a la hora de controlar el acceso a estos activos, ayudando a los usuarios a incorporar la gobernanza y la seguridad de los datos en los principios básicos de su estrategia. En el entorno financiero es importante conservar el contexto, el linaje y las pistas de auditoría precisas de los datos como parte de este proceso.

Garantizar la continuidad del negocio, una mayor oportunidad para la innovación o más agilidad y velocidad de comercialización son tres beneficios clave de estos entornos que los bancos y otros agentes del sector también han de tener en mente para animarse a dar el salto.

Habilitar el futuro híbrido

A medida que las organizaciones financieras buscan nuevas formas de obtener más información sobre los datos de su negocio, las estrategias de transformación digital seguirán evolucionando en esta línea.
Nube sector financiero

Sin importar si los datos están en una nube pública o privada, o en un entorno on-premise, según avancen las iniciativas de inteligencia artificial y cambien las normativas, la estrategia de despliegue debe actualizarse de forma proactiva para mantenerse al día de las nuevas demandas y oportunidades de valor.

Crear un plan de acción es el primer paso para poder dotarse de una estrategia de datos empresarial ágil, proactiva, que responda a la evolución que está sufriendo el sector y que pueda desempeñar un papel fundamental en el éxito empresarial a largo plazo.