La observabilidad automática e inteligente se está convirtiendo en un concepto clave en la era digital. Esta técnica permite monitorizar el rendimiento de aplicaciones o sistemas, identificar problemas y hacer ajustes en tiempo real. Eso sí, siempre teniendo en el horizonte parámetros de negocio.

Carlos SánchezEl avance en inteligencia artificial (IA) está favoreciendo su proliferación en todo tipo de ámbitos empresariales, proporcionando a las empresas que saben hacer buen uso de ella una ventaja competitiva. Es más, aquellas que no sepan engancharse a esta nueva era no serán capaces de aguantar la competencia.

Un ejemplo lo encontramos en el concepto de observabilidad automática e inteligente, que, a través del uso de modelos avanzados de IA, está revolucionando la manera en la que se gestionan las aplicaciones y los sistemas. En esencia, se trata de monitorizar el rendimiento, anticipar problemas y hacer ajustes en tiempo real, pero traduciendo todos esos esfuerzos en términos entendibles para el negocio —como la resolución de problemas, la reducción de los tiempos de inactividad o la mejora de la experiencia de los usuarios—, que es lo que al final interesa.

El objetivo es conseguir que una aplicación o sistema funcione de manera eficiente y fiable, algo especialmente importante en entornos donde el tiempo de inactividad tiene un impacto significativo en la productividad y en los ingresos. También mejora la seguridad de los sistemas porque facilita la identificación de posibles vulnerabilidades y amenazas antes de que se conviertan en un problema.

La observabilidad automática e inteligente asegura la salud de las operaciones y, por tanto, del negocio

Si tenemos en cuenta la complejidad de los sistemas modernos, constituidos por una amplia variedad de componentes externos y cuya interconexión y dependencia de los servicios en línea y en la nube es cada vez mayor, no nos extrañará la creciente dificultad para identificar la fuente de incidencias y problemas.

Monitorización

La observabilidad implica la capacidad de recoger, analizar y entender los datos recopilados desde las aplicaciones y los sistemas, así como la de actuar a partir de ellos. En términos más técnicos, necesita datos de registro, métricas de rendimiento, información de trazas y eventos…

La mayoría de las herramientas tradicionales de monitorización se centran en recopilar y agregar tres tipos de datos principales: las métricas, los seguimientos y los registros. Son los llamados tres pilares de la monitorización. Pero cuando se trata de actuar en entornos modernos, estas soluciones heredadas tienen limitaciones relacionadas con la escalabilidad y la capacidad de conocer lo desconocido.

Monitorización del rendimiento de lasaplicacionesLa observabilidad automática e inteligente se basa en la recopilación y análisis de tres tipos de datos —registros, métricas y trazas— que provienen de las aplicaciones y los sistemas:

Los registros son útiles para identificar problemas en aplicaciones y sistemas. Son datos que se insertan en un archivo o base de datos y que pueden incluir información sobre errores, excepciones y mensajes de depuración.

Las métricas ayudan a identificar cuellos de botella y áreas donde se pueden introducir mejoras. Se trata de información numérica que se utiliza para medir el rendimiento de aplicaciones y sistemas. Por ejemplo, pueden incluir datos sobre la cantidad de solicitudes por segundo, el tiempo de respuesta y el grado de la utilización del procesador.

Por su parte, las trazas son las que permiten identificar problemas de rendimiento y también comprender cómo se procesa una solicitud a través de una aplicación o sistema. Estos datos, que se recopilan cuando una solicitud se procesa a través de una aplicación o sistema, incluyen información sobre las solicitudes entrantes y salientes, así como sobre los tiempos de respuesta.

Entender y actuar

A partir de esa información, mediante tecnologías de IA y aprendizaje automático, es posible proporcionar a los usuarios una visión completa, detallada y en tiempo real del rendimiento de los sistemas. Además, también es posible identificar y solucionar problemas de manera desatendida a partir del análisis automático de los datos.

La plataforma de automatización inteligente de DXC Platform X ayuda a detectar, prevenir y resolver problemas.

De hecho, estas herramientas facilitan la toma de decisiones informadas y la resolución de problemas e incidencias de manera rápida y eficiente. Esto es posible gracias a los factores diferenciadores que proporcionan tres capacidades tecnológicas únicas:

  • La automatización, para garantizar la necesaria escalabilidad y la integridad a través del descubrimiento y la instrumentación —de forma continua y automática— sin necesidad de configuración manual.
  • El mapeo de topología en tiempo real para el contexto en toda la pila. Esto incluye el autodescubrimiento de las novedades en entornos híbridos, así como la creación, actualización y mantenimiento continuos de un mapa de entidad completo y en tiempo real, capaz de incorporar millones y miles de millones de dependencias.
  • El uso de inteligencia artificial en el código. Basada en la causalidad, permite obtener respuestas precisas y contextuales, que pueden ser procesadas a eventos para identificar problemas a través de un análisis de causa raíz en tiempo real.

DXC Platform X y Dynatrace

Recientemente, la tecnología de Dynatrace se ha incorporado a DXC Platform X para ofrecer una visibilidad completa y en tiempo real tanto de los servicios IT como de las aplicaciones empresariales.

DXC Platform X es una plataforma de automatización inteligente que ayuda a detectar, prevenir y resolver problemas, con el objetivo de conseguir infraestructuras TI resistentes, seguras y autorreparables. A través de la tecnología de Dynatrace se le han proporcionado a esta herramienta características de observabilidad mejorada que convierten esa información en KPI de negocio cuya evolución puede ser observada y optimizada.

DXC PLATFORM X Y DYNATRACE

Además, es importante desatacar la gran cantidad de integraciones que ofrece Dynatrace con otras herramientas y tecnologías, que extienden la capacidad de captura de datos para proporcionar una visión aún más completa del rendimiento de sistemas y aplicaciones.

Hay que tener en cuenta que la mayoría de los enfoques requieren que se incluyan en el código funciones para facilitar la traza y la monitorización. Esta es aproximación muy ineficiente, porque depende de la instrumentación de las aplicaciones con patrones y criterios que habitualmente son dispares. En entornos con miles de servidores y microservicios, que escalan dinámicamente a través de una infraestructura global, este es un esfuerzo exponencial e inútil.

Nuestra aproximación toma un camino diferente:

  • Descubrimiento automático. Tras la instalación, detectamos automáticamente todas las aplicaciones, contenedores, servicios, procesos e infraestructura en tiempo real sin configuración manual.
  • Autoinstrumentación. Los componentes del sistema se instrumentan automáticamente sin configuración o cambio de código; y no solo recopilan métricas, registros y seguimientos, sino también la experiencia del usuario.
  • Línea base automática. La línea base inteligente aprende automáticamente los comportamientos de rendimiento normales y se adapta dinámicamente, en tiempo real, a medida que cambia el entorno.

A medida que crece la dependencia de los servicios digitales, es cada vez más necesario disponer de herramientas capaces de entender y gestionar estos entornos dinámicos. La observabilidad automática e inteligente permite administrar estos vastos y complejos entornos tecnológicos, asegurando la salud de las operaciones y, por tanto, del negocio.