Una frase que se atribuye a Albert Einstein ayuda bastante a poner contexto a este dispositivo: “si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, pensará toda la vida que es un inútil”. Este Galaxy Z Fold 4 no es un dispositivo convencional y no hay que verlo como tal. Es una herramienta versátil, potente y funcional, pensada para dar respuesta a las necesidades de productividad en los nuevos modelos de trabajo que cada vez cogen más protagonismo en el ámbito empresarial.
Este Galaxy Z Fold 4 no es un dispositivo convencional y no hay que verlo como tal
De hecho, Samsung ha hecho público que el número de unidades de estos dispositivos plegables que se han vendido en contextos empresariales ha aumentado un 105% de enero a octubre de 2022 con respecto a 2021. Concretamente en España, según los datos facilitados por David Alonso —director de Negocio de Movilidad de Samsung España—, se ha incrementado un 44% el uso de estos dispositivos dentro del entorno de la empresa.
Las pantallas plegables tienen muchos ámbitos de uso, pero seguramente uno de los más evidentes es el corporativo. Es donde más partido se le puede sacar; además, este tipo de usuarios son menos sensibles a algunos de los pequeños defectos que todavía quedan por pulir en este tipo de dispositivos, como los relacionados con el grado de visibilidad del pliegue de la pantalla, el peso o las dimensiones.
En cambio, sí disfrutan de aspectos como el espacio de trabajo ampliado y la multitarea asociada, el elevado nivel de rendimiento o el punto adicional de prestaciones que ofrece el S Pen.
Z Fold 4: un diseño ha mejorado
Para empezar, hablamos de un dispositivo que ha mejorado en cuanto a su diseño exterior. Su aspecto es elegante y discreto, y en su manejo diario transmite calidad en la construcción, tanto en el acabado de los laterales como en la bisagra, que da mucha más sensación de seguridad. Además, destaca también el panel de cristal mate de la zona posterior, que le aporta un punto adicional de distinción y además le protege frente al efecto de las huellas dactilares.
Por otra parte, y aunque Samsung ha conseguido aligerar esta versión con respecto al anterior modelo, este Galaxy Z Fold 4 sigue siendo un terminal voluminoso si lo comparamos con resto de dispositivos (cerca de 16 mm de grosor), y también más pesado (263 gramos). Pero esto es algo que queda minimizado cuando se utiliza en un contexto empresarial, especialmente frente a las posibilidades que ofrece a cambio.
También es de agradecer el incremento en el ancho de la pantalla externa (con una relación de aspecto más amplia, de tipo HD+: 2316 x 904) de 6,2” de diagonal y una frecuencia de refresco de 120 Hz. Este dato acredita un desarrollo suave de las transiciones y su tecnología Dynamic AMOLED 2X garantiza una calidad de imagen de tipo premium, con mejoras sensibles en aspectos como el color, el brillo o el rendimiento HDR. Algo que también se nota en su uso en exteriores.
Es de agradecer el incremento en el ancho de la pantalla externa, haciendo que sea 100% funcional
Desde luego, Samsung ha puesto cuidado a la hora de reforzar este elemento para que sea 100% funcional, es decir, que podamos utilizarla para cualquier tarea, ofreciendo una experiencia de uso muy similar a la de cualquier otro terminal.
Pero cuando notamos la diferencia es al desplegar la pantalla interior y acceder al panel de 7,6”, en el que podremos trabajar a una resolución de tipo QXGA+ (2176×1812). Samsung ha mejorado la puesta en escena de esta pantalla interior, reduciendo de forma sensible los bordes para obtener una experiencia más inmersiva. Además, la calidad de imagen queda también garantizada por la tecnología Dynamic AMOLED 2X, que ofrece un rendimiento muy elevado, especialmente en lo que se refiere al nivel de brillo.

El pliegue de la pantalla sigue haciéndose visible, fundamentalmente en la reproducción de vídeo o contenido multimedia a pantalla completa; en cualquier caso, se puede calificar como una simple molestia, a la que rápidamente te acostumbras. Además, esta sensación se diluye bastante cuando entramos en modo productividad y hacemos uso de la multitarea en una pantalla dividida.
Foco en la productividad
Precisamente, este es su factor diferenciador y gran parte de sus prestaciones llegan de la mano del nuevo sistema operativo Android 12L (actualizado a Android 13), una versión especial diseñada para dispositivos de pantalla grande.
El pliegue de la pantalla sigue siendo visible, aunque es una simple molestia a la que rápidamente te acostumbras
Entre las funcionalidades que ofrece cabe destacar la nueva barra de tareas que se muestra en la base de la pantalla, que permite acceder rápidamente a las aplicaciones más utilizadas. Desde ahí será posible redimensionarlas, para que ocupen solo una de las mitades, o incluso hacer que se muestren en modo emergente para situarlas en cualquier espacio.
Hablamos de multitarea, de múltiples ventanas/aplicaciones visibles —y ejecutándose— al mismo tiempo y de la posibilidad de interactuar entre ellas, arrastrando elementos (enlaces, fotos, etc.) de una aplicación a otra de un modo sencillo y directo: productividad.
Hablamos de multitarea, de múltiples aplicaciones ejecutándose al mismo tiempo y de la posibilidad de interactuar entre ellas
Además, en este modelo también se ha mejorado el modo Flex. Cuando doblas la pantalla en “L” para apoyarla en una mesa, la disposición de las aplicaciones cambia de forma automática, ubicando el contenido en la parte superior y los controles en la parte inferior. Esto es algo muy interesante en múltiples ámbitos, aunque se hace especialmente notorio en aplicaciones de videoconferencia.
Cámaras y rendimiento
En cuanto a su equipamiento para la captura de imagen, este Galaxy Z Fold 4 ofrece un conjunto de sensores a la altura de la gama más alta de este fabricante, prácticamente idéntico al que instala la gama Galaxy S22. En la zona posterior encontramos una cámara principal de 50 MP, una ultra gran angular de 12 MP y un teleobjetivo de 10 MP con zoom óptico de 3x. Además, en la zona frontal encontramos una cámara para selfis de 10 MP, y otra cámara más, en la pantalla interior, con un sensor de 4 MP.
Esta configuración permite conseguir unos resultados con elevado nivel de detalle en prácticamente cualquier escena, cuidando bien la reproducción de los colores, sin sobreexposiciones. Además, Samsung ha integrado también la tecnología Nightography, especialmente pensada para mejorar los resultados en condiciones de poca luz.
Samsung ha integrado también la tecnología Nightography, que mejora los resultados en condiciones de poca luz
Además, gracias su modo Flex, es posible tomar fotos apoyando la cámara en cualquier superficie o usar el modo selfi de la cámara trasera (la que tiene más calidad) mientras utilizamos la pantalla de la cubierta para obtener una vista previa.
Aunque hay muchos más detalles que se pueden destacar —los relativos a la seguridad de ámbito empresarial, la correcta autonomía, sus opciones de biometría o el software que equipa— me gustaría dedicar también un especial apartado a su rendimiento. En su interior incorpora un procesador Qualcomm Snapdragon 8+ Gen 1, junto a 12 GB de memoria RAM y 256 GB de almacenamiento.
Después de un uso intensivo con diferentes aplicaciones, tanto empresariales como de ocio (juegos o streaming de vídeo), su comportamiento ha sido de primer nivel, con un funcionamiento fluido en todo tipo de contextos, también cuando se trataba de exprimirlo al máximo en el apartado gráfico buscando el máximo nivel de detalle.
