Su carrera ha estado ligada al mundo del private equity y del venture capital. Comenzó en Netjuice, justo antes de que explotara la burbuja de Internet, desde donde pasó a la economía del ladrillo y a un fondo francés especializado en el sector consumo y centrado en el middle market. En 2016 surgió la posibilidad de conjugar el ámbito de la financiación, con foco en tecnología, y ese componente emprendedor ligado a abrir, desde cero, la oficina en España.

España es uno de los países con una mayor base de empresas tecnológicas

¿Qué es Euronext Tech Hub?

Euronext es el principal mercado paneuropeo, operando en París, Ámsterdam, Bruselas, Lisboa, Dublin y Oslo. En 2016 puso en marcha su plan estratégico, en el que uno de los pilares pasa por consolidarse como plataforma de referencia para las empresas tecnológicas europeas.

Es cierto que, de forma previa, ya había diferentes propuestas centradas en este tipo de empresas, ya que es un sector muy intensivo en capital, está en pleno crecimiento y cuenta con una visión muy internacional. Pero este plan estratégico de Euronext da un impulso adicional, abriendo oficinas en algunos de los países europeos donde no éramos el operador doméstico —Alemania, Suiza, Italia y España— pero que son mercados relevantes.  Es lo que se denomina la iniciativa Tech Hub.

La idea era dar a conocer Euronext en estos países como alternativa de financiación, siempre con foco en compañías tecnológicas. Obviamente, nosotros somos un mercado generalista, en el que pueden cotizar empresas de cualquier sector, pero sí es cierto que estamos muy centrados en el ámbito de la tecnología y, a la hora de salir de nuestras fronteras, hemos decidido especializarnos ahí.

Euronext Growth es la alternativa de financiación con foco en compañías tecnológicas

¿Cuál es vuestro valor diferencial?

La principal diferencia es la exposición internacional. Euronext es el principal mercado paneuropeo, una plataforma que aglutina seis países —dentro de poco seis—, y eso es algo único en cuanto a la exposición, a los inversores y al ecosistema de esos países. Si tienes que elegir entre el MAB (Mercado Alternativo Bursátil) y EuroNext Growth, que sería el equivalente para empresas en crecimiento, hay que valorar si el objetivo de la empresa es doméstico o más bien internacional.

En EuroNext Growth, el equivalente al segmento de expansión del MAB, hay alrededor de 220 compañías cotizadas y cerca de 350 inversores institucionales activos en empresas de tamaño pequeño y mediano. Todo esto procedente de distintos mercados, incluyendo el americano. Eso, en un mercado local, es bastante más limitado.

Además, lo que hace que el mercado funcione es que haya cierta liquidez, acceso a financiación, pero no solamente en el momento de la OPV (oferta pública de venta), también es necesario que después se puedan hacer ampliaciones de capital.

Por otra parte, también permite tener comparables. Es muy importante estar cotizado en un mercado donde haya comparables de referencia, algo que es válido tanto para el mercado regulado, como para el alternativo. En el mercado regulado Euronext tiene alrededor de 800 empresas, que van desde 150-200 millones hasta varios miles de millones de euros, lo que permite encontrar compañías semejantes en el sector, aunque de un tamaño mayor, para tener una referencia.

¿A qué tipo de empresas se dirige?

Hablamos de empresas pequeñas y medianas. Las de tipo capital semilla están en un estadio todavía demasiado temprano. En cualquier caso, esto depende mucho del sector o del momento en el que está la compañía.

Para acceder a Euronext Growth hay que cumplir una serie de pautas: tener un free flow mínimo, hacer una ampliación a partir de 2,5 millones de euros, dos años de cuentas auditadas… Pero también existe Euronext Access, un mercado alternativo pensado para startups en una fase relativamente inicial, o bien para compañías más grandes que solo quieran hacer un listing y no buscan levantar capital. Euronext Access permite a las empresas saber lo que significa ser una compañía cotizada, ir “entrenando” para, en el caso de hacer una ampliación de capital, pasar a Euronext Growth.

A partir de ahí, ya pueden acceder al mercado regulado compañías con una capitalización a partir de 150 millones, levantando cantidades a partir de 20 o 25 millones. Para compañías más grandes, el beneficio de cotizar en un mercado o en otro no es tan claro, porque pueden tener acceso a una base inversora internacional prácticamente en cualquier mercado. 

Activar el ecosistema

Intentamos tener una relación bastante activa con asociaciones o clusters. En el caso de las incubadoras o aceleradoras, estas empresas están en una fase demasiado inicial para nosotros, aunque, por ejemplo, hemos hecho un evento en Valencia con la asociación Big Bang Angels y con Lanzadera, la aceleradora de Juan Roig.

Además, somos miembros de ASCRI (Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión) y de ASEBIO (Asociación Española de Bioempresas), que nos ayudan a promover el programa TechShare. También buscamos entidades que sean referente en el ámbito regional y en ecosistemas locales, como es el caso de ACCIÓ – Agència per la Competitivitat de l’Empresa.

¿Qué es necesario para entrar en Euronext?

Para los mercados alternativos, Euronext Access y Growth, aparte de los requisitos comentados, es importante contar con un listing sponsor, un asesor aprobado por Euronext que proporciona confort, tanto a nosotros como a los inversores. Es una figura que trabaja con la compañía desde antes de la salida a bolsa, preparando la due diligence, el documento informativo, explicando lo que hay que adaptar. Después acompaña a la empresa mientras es cotizada, asegurando que va a cumplir con las obligaciones de comunicación de hechos relevantes, control de transparencia, etcétera.

Es un requisito para garantizar que los inversores también estén cómodos invirtiendo en este tipo de compañías.

Es muy importante estar cotizado en un mercado donde haya comparables de referencia

¿Ayudáis a las empresas en este camino?

Contamos con una serie de medidas específicas para acompañar a las empresas tecnológicas. TechShare es un programa de formación previo a la OPV en el que participan una serie de partners. Busca que las compañías entiendan el modo de prepararse para una salida a bolsa, cómo son los procesos y qué habría que adaptar.

Recientemente ha terminado la cuarta edición, que se puso en marcha en todos los países, incluyendo Alemania Suiza Italia y España. En cada país participan entre diez y treinta empresas y dos veces al año las reunimos en escuelas de negocio. El año pasado fue en París y Lisboa, y el año que viene será en Rotterdam y Lisboa. Es una oportunidad muy interesante de hacer networking, ya que todas ellas son empresas tecnológicas interesadas en una salida a bolsa en el medio plazo, lo que implica tener cierto grado de desarrollo.

Además, el programa incluye también sesiones presenciales con nuestros partners —en España contamos con BBVA, Gómez Acebo Pombo, Deloitte, etc.—, entidades muy relevantes que ofrecen distintas perspectivas sobre temas relacionados con gobierno corporativo, valoración, preparar un equity story, llevar la relación con inversores… Además, hay un coaching específico para las compañías, sesiones para ver si es necesario adaptar algo, resolver dudas, etc.

Aparte de incrementar el conocimiento sobre Euronext, este programa trata también de desmitificar este mundo, que muchas veces se ve como algo muy complicado, pero en el fondo no es muy diferente a lo que supone hacer una ronda privada con un venture capital o un private equity.

Este programa ha tenido bastante buena acogida en España. El año pasado hubo nueve compañías y para la edición de 2019-2020 ya tendremos doce compañías españolas.

¿Cómo evoluciona una empresa a raíz de su paso por Euronext?

Hay algunos casos interesantes de compañías españolas con las que hemos trabajado. Por ejemplo, Antevenio, que fue la primera empresa no francesa que hizo una OPV en París, en 2007. Era una firma de marketing digital 100% española, con una facturación de 9 millones y que, en su momento, consiguió levantar cerca de 8 millones con un tramo minorista y otro institucional. El tramo minorista estaba sobresuscrito, siendo una compañía española que, a priori, no era conocida en Francia.

En estos momentos siguen cotizados y han pasado de ser una compañía española a ser una internacional. De hecho, recientemente han comprado una empresa en Estados Unidos, tienen filiales en casi todos los países europeos y siguen cotizando en Euronext Growth. Este paso le sirvió para tener fondos y financiar este crecimiento y expansión internacional.

Otro ejemplo más reciente es Lleida.net, una compañía que estaba, y sigue estando, cotizada en España en el MAB, pero que hizo un dual listing en Euronext Growth a finales del año pasado y ahora está cotizada en los dos mercados. El objetivo es el mismo: Lleida.net tiene una visión internacional y sentía que, seguramente, en el mercado doméstico no estaba bien cubierta. Salió a Euronext Growth en diciembre del año pasado y ahora está en fase de conocer a nuevos inversores. De hecho, hay un inversor francés que recientemente ha incrementado la posición que tenía en su capital. Todo esto le ha permitido abrirse a una base inversora internacional.

En cuanto a las nueve compañías que han participado en el programa TechShare, hay alguna que está empezando a prepararse para una potencial salida a bolsa, considerando ya las medidas que tiene que poner en marcha para hacerlo.

Ejemplo de evolución

Un ejemplo de éxito es la compañía de biotecnología Tigenix. Todo empezó con la empresa española Cellerix, que se fusionó con la belga Tigenix, manteniendo prácticamente el 100% del equipo gestor en España.

Ha estado cotizada varios años en Euronext Bruselas y el año pasado la compró el grupo japones Takeda por 520 millones de euros. Es una evolución muy interesante, una compañía muy pequeña (Cellerix) que a través de la exposición a los mercados y el crecimiento posterior —hizo cinco o seis ampliaciones de capital— llegó a hacer un dual listing en Nasdaq (2016). Es un buen ejemplo de cómo los mercados dan la oportunidad de realizar fusiones con empresas comparables, tener acceso a financiación, hacer crecer la compañía y, al final, ser objeto de adquisición.

¿Cuál es el peso de España en cuanto a empresas tecnológicas?

España es uno de los países con una mayor base de empresas tecnológicas en Europa. No tengo cifras concretas en cuanto a porcentajes, pero es evidente que han crecido bastante durante los últimos años. También ha aumentado mucho la inversión en venture capital y en los fondos que invierten en este tipo de empresas en España, lo que incluye también a los fondos internacionales.

Esto está favoreciendo que haya un ecosistema tecnológico cada vez más importante. Madrid y Barcelona son dos de los principales hubs a nivel europeo, junto con Valencia y Bilbao, que también son relevantes. Especialmente importante es Barcelona, que está atrayendo a muchas empresas tecnológicas, españolas e internacionales, que buscan aprovechar la disponibilidad de talento, los menores costes y una mejor calidad de vida… Todo lo tienen muy en cuenta los fundadores de las startups.

En concreto, el de Barcelona es un ecosistema bastante activo en todo lo que tiene que ver con biotecnología. De hecho, la biotecnología es un sector muy potente en Euronext. Aproximadamente, de las 1200 compañías que cotizan en Euronext, 420 son tecnológicas y, de estas, 100 son compañías de biotecnología.

Euronext Access es un mercado alternativo para startups en una fase relativamente inicial

¿Qué tendencias están acaparando más atención por parte de los inversores?

Últimamente, todo lo relacionado con inteligencia artificial está despertando bastante interés, no solo en las bolsas, sino también a nivel general. Además de esto, todo lo relacionado con la robótica, IoT, movilidad (coche eléctrico o autónomo) y las diferentes tecnologías aplicables a la industria de la automoción.

Pero seguramente la tendencia estrella es la biotecnología, en particular lo relacionado con la terapia celular y, especialmente, con la oncología, seguramente por el ánimo de todos por encontrar soluciones y cosas que funcionen.

Las energías limpias o renovables son también un área que está despertando mucho interés en los inversores. Por ejemplo, el año pasado tuvimos el OPV de Neoen, una empresa francesa de energías renovables que levantó cerca de 700 millones en octubre de 2018. Hay que tener en cuenta que ese fue un momento complicado en los mercados. Por ejemplo, en España se paró la OPV de Cepsa y en otros mercados también se pararon otras operaciones; sin embargo, esta de Neoen se suscribió sin problema y con sobredemanda.

Esto permite comparar los sectores. En aquellos que están en crecimiento y desarrollo, las operaciones se cierran más fácilmente que en otros que son más “tradicionales” y en los que se miran con lupa la valoración y los detalles de la operación.