Zero y first-party data. Desde hace unos años la privacidad de los datos de los usuarios en Internet ha suscitado un gran debate, hasta el punto de llevar a las instituciones europeas o al estado de California (Estados Unidos) a promulgar nuevas leyes que otorgan a los internautas más control sobre su información.

Unos cambios legislativos que tienen como objetivo proteger la privacidad de los usuarios y dotarlos de poder para decidir qué información dan a las empresas y marcas cuando navegan por la red.

Pero esta tendencia de proteger la información de los consumidores que navegan por Internet no solo ha llegado a través de la legislación, sino que gigantes como Google también están trabajado en este sentido. De hecho, el mayor buscador de la web anunció que a finales de 2023 eliminaría las cookies de terceros (datos que los navegadores almacenan cuando un internauta visita una página web y que dibujan el rastro de sus movimientos en ella). Estas limitaciones han puesto en alerta al sector publicitario, que se ha visto obligado a explorar nuevas formas de recopilar datos.

Recolección honrada

Es en esta búsqueda donde los zero y los first-party data se han revelado como la mejor alternativa de recogida de datos. Se trata de una recolección honrada, que respeta la privacidad de los usuarios, pues guarda solo la información que los clientes ofrecen voluntariamente a las marcas cuando hacen una compra, adquieren un servicio o indican sus preferencias sobre cómo quieren que una empresa se relacione con ellos.

Los zero-party data han demostrado ser una de las mejores fuentes para que las empresas segmenten sus audiencias

La recopilación de zero y first-party data es ya la mejor forma de recoger datos. De hecho, en Qualifio hemos desarrollado Qualifio Engagement y Qualifio Loyalty, dos plataformas que ayudan a las marcas a recopilar este tipo de información al tiempo que preservan la privacidad de sus usuarios, lo que incrementa la confianza entre consumidores y empresas.

Pero los zero-party data no solo permiten recopilar información de los usuarios de forma transparente. Además han demostrado ser una de las mejores fuentes para que las empresas segmenten sus audiencias, pues ofrecen a todo tipo de organizaciones los datos que necesitan para desarrollar sus estrategias de marketing, analizar el comportamiento de sus clientes y elaborar campañas de ventas.  De esta forma pueden ofrecer a sus audiencias productos o servicios que encajen mejor con sus demandas.

Nuestra experiencia nos ha mostrado que, cada vez más, las marcas con las que trabajamos (como L’Oréal, DPG Media Services, Purina o Unilever) son conscientes de la importancia de poner en marcha una estrategia de recogida de zero y first-party data. Para ello, ponemos a su disposición más de cincuenta modelos de marketing interactivo, para trabajar con cuestionarios, concursos, encuestas o juegos animados. A través de estos formatos, las marcas y los medios de comunicación pueden relacionarse con su audiencia a través de todos sus canales digitales, al tiempo que recopilan esta clase de datos de alta calidad.

Zero y first-party data en Decathlon

Un ejemplo de este tipo de prácticas es el desarrollado por Decathlon, que lanzó una guía dinámica con el objetivo de ayudar a sus clientes a encontrar el regalo de Navidad perfecto. A través de esta iniciativa, la compañía logró impulsar el compromiso de su audiencia a través de contenidos interactivos creados para una fecha clave del año. Además, esto también ayudó a Decathlon a recopilar datos estratégicos de sus consumidores, así como sobre sus preferencias, lo que permitió que la compañía pudiera segmentar su base de datos, personalizar las comunicaciones con sus clientes e incrementar la fidelización.

Decathlon lanzó una guía dinámica para ayudar a sus clientes a encontrar el regalo de Navidad perfecto

Este es solo un ejemplo de los muchos que se están desarrollando en la actualidad. Los first-party data han demostrado ya múltiples beneficios a la hora de aumentar la fidelización y segmentación de las audiencias: han mejorado la experiencia de los clientes a través de comunicaciones personalizadas e incrementado la confianza del usuario en la marca a través del respeto a su privacidad.

Desde luego, estamos ante unos beneficios que parecían imposibles cuando desaparecieron las cookies de terceros, pero que han vuelto a ser una realidad gracias al desarrollo de los zero y first-party data.