De la forma de gestionar el compromiso de los profesionales depende en gran medida el éxito o fracaso de una compañía. Contar con un buen modelo hace que los equipos y sus directivos funcionen como un engranaje eficaz, algo imprescindible hoy día para que las organizaciones puedan mirar al medio y largo plazo en un entorno de incertidumbre constante que va encadenando una crisis con otra, a cual más inesperada.

No sabemos qué va a pasar mañana, ni a nivel personal ni a nivel empresarial y ni siquiera social. Se ha producido una ruptura de la relación causa-efecto y las predicciones o enseñanzas anteriores ya no sirven de guía. Esto afecta a todos los miembros de la empresa, independientemente de su cargo.

La incertidumbre derivada de la pandemia ha provocado en muchos casos un alejamiento y un desenganche emocional con respecto a los valores y proyectos de la empresa, y los nuevos modelos de trabajo han traído consigo un cambio en la manera de relacionarse en las organizaciones.

Fourflags facilita conocer qué aspectos están aportando y restando energía, para poder actuar sobre ellos

El teletrabajo ha complicado la comunicación entre los profesionales, y esto, a su vez, ha originado una sensación de inseguridad en altos cargos o directivos a la hora de gestionar sus equipos, no tanto porque no estuvieran preparados para ello, sino por no tener las herramientas o la metodología adecuadas. Además, se ha constatado la necesidad de atender mejor a la salud psicológica de los profesionales y de los equipos. Por todo ello, más que nunca es importante incentivar y reforzar el compromiso de los empleados.

Fourflags

Nos gusta trasladar la idea de que el compromiso es la energía que nos mueve en el entorno organizativo, nos hace aportar determinados niveles de intensidad, determinadas actitudes, y nos implica personalmente con la actividad que realizamos.

Por ello, como consultora española especializada en procesos de transformación empresarial, decidimos desarrollar nuestro modelo de gestión del compromiso, denominado Fourflags, certificado por el Ministerio de Economía y Competitividad como “modelo de excelencia organizativa”, que ya utilizan más de 600 000 profesionales y el 35% de las empresas del IBEX 35.

En él se establecen cuatro grandes grupos de variables que generan o destruyen el compromiso en las organizaciones: la propia empresa, con sus políticas, cultura y acciones; las tareas que constituyen el trabajo de cada uno, con los medios de que dispone, la formación, etc.; el equipo en el que nos encuadramos, los compañeros más directos, las relaciones que mantenemos, el soporte que nos ofrecemos, etc.; y por último, el jefe directo, la persona que nos ayuda, nos dirige y facilita (o dificulta) nuestro trabajo.

En Fourflags se establecen cuatro grupos de variables que generan o destruyen el compromiso en las organizaciones

Este modelo permite medir la correlación entre esas variables y el resultado del negocio de cada una de las funciones o actividades de la empresa. Esto facilita conocer en detalle qué aspectos están aportando energía y cuáles la están restando, para poder actuar sobre ellos de manera directa y orientada. Es decir: gestionar.

Gestión del compromiso

Dentro de esa gestión hay que tener en cuenta diversos aspectos: analizar la cultura organizativa como factor productivo y objetivo a perseguir; mantener una comunicación adecuada con los empleados y adaptada a las circunstancias del día a día, implicándolos más con criterios de marketing que de tablón de anuncios; escuchar y analizar su voz y vincularla a la de los clientes, pues ambos colectivos son los que definen la empresa y tienen en sus manos su futuro, por lo que su interacción e interrelación es esencial para entender la realidad y anticipar el mañana.

No podemos luchar contra lo que nos rodea, pero sí cambiar la forma en que lo gestionamos

El compromiso se genera también cuando la empresa ofrece planes de desarrollo para empleados y directivos, empoderándolos e involucrándolos en procesos formativos de reskilling y upskilling que les permitan acceder a nuevas oportunidades y asumir los nuevos modelos de liderazgo que requieren los tiempos actuales.

Ahora, más que nunca, es vital saber adaptarse a los cambios. No podemos luchar contra lo que nos rodea, pero sí cambiar la forma en que lo gestionamos, utilizando todos los recursos a nuestro alcance para mejorar el funcionamiento de nuestra organización. El compromiso es un factor fundamental para que esto sea posible.