Después de un trienio convulso, debido al impacto que la pandemia del COVID-19 ha tenido en las decisiones estratégicas de las compañías, puede considerarse que se ha dejado atrás los últimos coletazos de la crisis sanitaria. Los elementos exógenos que ahora afectan a la hoja de ruta son la crisis económica, la inflación y la subida de tipos de interés o los problemas de provisión ocasionados por los conflictos bélicos.
Fruto del análisis que desde Eraneos realizamos a través de nuestro Informe sobre el Mercado Cloud en España 2023, podemos afirmar que esta tecnología ha llegado en una tercera etapa a un estado que podemos catalogar como de madurez del cloud.
La tecnología cloud (o cloud computing) cumple ya más de un cuarto de siglo, quizá algo menos en España. Inicialmente, la toma de decisiones se tornaba entre embarcarse o no en el viaje a la nube, dando por hecho que no era una tecnología más económica, pero sí que aportaba flexibilidad. En cualquier caso, pronto asumimos que la pregunta no era si migrar o no, si no cómo, cuándo y cuánto migrar a la nube. En esta segunda etapa, los retos estaban en el propio journey to cloud y cómo conseguir una transformación lo menos dolorosa posible, financieramente hablando, sin perder de vista la continuidad de negocio y disponibilidad de sistemas.
Operar el cloud
En este momento, podemos entender que también hemos aprendido a cruzar este puente y hemos interiorizado estos procesos de transformación que, más rápido o más despacio, nos llevarán a una cloudificación total de los sistemas.
Ahora todas las miradas están puestas en cómo operar los sistemas cloud. Una vez que se ha asegurado la continuidad, entramos en el terreno de optimizar la gestión y la explotación, que debe ser eficiente y ordenada. Al mismo tiempo, la integración se ha convertido en otro desafío crucial en esta fase del cloud en España. El proceso de adopción de soluciones en la nube ha de acompañarse de garantías de integración sin problemas con los sistemas y aplicaciones existentes.
Una vez que se ha asegurado la continuidad, entramos en el terreno de optimizar la gestión y la explotación
Esto es especialmente crítico en aquellos sectores en los que la irrupción de la economía abierta es más fuerte. La interoperabilidad entre los sistemas en la nube y las infraestructuras locales se ha vuelto fundamental para garantizar un flujo de datos y una colaboración eficiente en el entorno empresarial actual.
Si ponemos foco en las principales barreras o preocupaciones que los clientes de cloud (ver Figura 1), nos encontramos que aspectos tan llamativos como la falta de conocimiento específico, los relacionados con la seguridad y el cumplimiento, y los costes ocultos.
Capacitación y regulación y control financiero
Sobre el conocimiento y el talento, las empresas se están encontrando un nuevo competidor en las empresas proveedoras o integradoras de servicios cloud, que plantean carreras tan atractivas —o más— a los profesionales de este sector que las que se pueden desarrollar en los clientes finales.
Para mitigar este problema, un alto porcentaje de compañías está apostando por la formación específica en cloud (más de un 75%). De hecho, según la última edición de nuestro Informe sobre el Mercado Cloud en España, más de la mitad afirma contar con centros de excelencia cloud.
En esta fase, las empresas necesitan garantizar que los sistemas cloud funcionan de manera confiable y segura
Otro de los elementos críticos para las compañías, especialmente en sectores especialmente regulados como lo son el financiero o el farmacéutico, es la seguridad, la resiliencia y, por supuesto, el cumplimiento regulatorio. A medida que las empresas confían cada vez más en el cloud para ejecutar sus operaciones críticas, necesitan garantizar que los sistemas en la nube funcionen de manera confiable y segura. Todo ello sin dejar a un lado la atractiva flexibilidad de poder escalar o reducir capacidad de infraestructura a medida que el negocio la demanda.
En este aspecto estamos observando muchos avances por el lado de proveedores de servicios cloud y de integradores de servicios, que están liderando en muchos casos la adaptación de los modelos operativos de los clientes a las nuevas legislaciones, como pueden ser EBA o DORA.
Otro de los elementos clave de la gestión del cloud radica en el control financiero. En estos momentos, el 49% de las compañías afirma que la inversión en cloud aumentará más de un 20% en el próximo año, todo ello asociado a estrategias corporativas en su mayoría de contracción de costes. Aun así, vemos que las iniciativas de optimización de costes, y las relacionadas con la mejora de la gobernanza, superan por primera vez a las enfocadas en la migración de cargas.
En este sentido, según el citado informe, aquellas compañías que tienen un grado medio o alto de implantación de prácticas FinOps consideran que el desaprovechamiento de la inversión en cloud es veinte puntos menor que en aquellas que no han desplegado estas prácticas.
Drivers para incrementar la inversión
En esta tercera era del cloud hemos conseguido superar aquel mantra de que “el cloud no es más barato”.De hecho, el 43% de las compañías consultadas considera que la adopción de la nube les ha ayudado a reducir los costes en lo relstivo a tecnología y, de aquellas que no han percibido los ahorros, más de un 50% afirman que el cloud ha transformado su organización.
Por otra parte, si hablamos de estrategias relacionadas con la contratación, se percibe que hay una apuesta clara por contar con un proveedor de servicios preferente, en el que se centraliza la mayor parte del volumen de negocio. En cualquier caso, esta pretensión de los responsables de TI choca de frente con el auge de los sistemas SaaS que obligan a las compañías a gestionar entornos multicloud. De hecho, únicamente el 43% de las organizaciones han conseguido centralizar más del 70% de su presupuesto cloud en un único proveedor.

En cuanto a los drivers de selección que han tenido más transcendencia a la hora de elegir uno u otro proveedor, los clientes siguen priorizando la flexibilidad en cuanto a servicios, tarifas e integración con otros proveedores o la relación calidad precio.
Además, en España, a diferencia del mercado europeo, se sigue dando mucha importancia a la presencia de los proveedores en territorio nacional. Si hacemos doble clic en la sostenibilidad, el 60% de los clientes lo considera un criterio relevante a la hora de valorar a sus proveedores.
Otro de los datos que aparece reflejado en el informe es que, en general, tanto para el caso de proveedores de cloud como de integradores u operadores, el grado de satisfacción que los clientes muestran es muy elevado. Además, la calidad en la entrega el driver mejor valorado.
Gestión operativa e integración
Si miramos hacia el futuro, las previsiones de inversión pasan por un aumento drástico de la implantación de soluciones de inteligencia artificial generativa (IAG). La irrupción de herramientas tales como ChatGPT está acelerando la apuesta por el aprendizaje automático o el machine learning (ML) y el deep learning (DL). Además, y aunque aún está en ciernes, la evolución tecnológica y regulatoria será un punto de inflexión en los modelos de trabajo.
Las empresas tienen la oportunidad de optimizar sus procesos y mejorar su eficiencia y productividad a través de la nube
En lo que respecta a la gestión operativa de este tipo de escenarios, el afán por el aumento de la productividad se ve reflejado cuando se analizan las métricas que tanto los responsables de tecnología como los de negocios están comenzando a implementar.
Por lo tanto, es importante reconocer que este tercer estadio del cloud en España representa una nueva fase en la evolución tecnológica de las empresas. Ahora, más que nunca, se requiere una atención cuidadosa en la gestión operativa y en la integración de la nube para maximizar su valor y obtener los resultados deseados.
Aprovechar el potencial del cloud
Se trata de un momento emocionante, en el que las organizaciones tienen la oportunidad de optimizar sus procesos y mejorar su eficiencia y productividad a través de la nube.
En resumen, es el momento de enfrentarse el reto de la operación y la integración efectiva del cloud. Ya no cuentan aquellos debates iniciales sobre si estar o no en la nube y las dificultades que supone la transformación. Ahora debemos priorizar cómo aprovechar al máximo el potencial del cloud, gestionar su operación de manera eficiente e integrarla sin generar distorsión con los sistemas existentes.
En un ecosistema colaborativo, es posible abrir nuevas puertas hacia la innovación y la eficacia empresarial en el nuevo horizonte del cloud en España.
