Cuando me preguntan el secreto del proceso de innovación de HP siempre digo lo mismo: no existe. Es una cuestión de cultura de empresa
En HP desde 1985, el vicepresidente ejecutivo y CTO de la recién estrenada HPE (Hewlett Packard Enterprise) también ostenta el título de Director de HP Labs, la cuna de tecnología de Hewlett Packard, y como tal impulsa los proyectos más avanzados, secretos o descabellados de este gigante tecnológico de Silicon Valley.
Hewlett Packard es el fundador simbólico de lo que ahora es Silicon Valley. Llevan dedicados a la tecnología desde el final de la II Guerra Mundial y es uno de los nombres más reconocidos en el panorama tecnológico. Y no sin motivo, porque ha sido el artífice de muchos inventos que hoy son comunes, como la impresión de inyección de tinta, por ejemplo.
En cuanto a Martin Fink, se unió a la compañía en Canadá, en el año 1985, como ingeniero. Desde ahí fue consultor, responsable de cuentas, director del laboratorio del kernel de HP-UX y acabó dirigiendo la iniciativa de Linux y open source como director y vicepresidente en 2005. También pasó por tecnologías cloud, así como por servidores y middleware.
En 2012, finalmente, HP le nombró CTO y vicepresidente ejecutivo, títulos que sigue ostentando en la nueva HPE. Pero quizá lo que más visibilidad y notoriedad le ha otorgado a Martin Fink es que dirige HP Labs, el lugar en el que se encuentran los inventos que moldearán el futuro de la electrónica y la informática.
El propio Fink es titular de dos patentes y ha escrito un libro sobre los negocios y la economía de Linux y open source, así que lo de inventar cosas nuevas es algo familiar para él. Y su más reciente empeño, que impulsa con vehemencia en HP Labs, al que se le ha dado el nombre de “The Machine”. En principio, The Machine pretende nada más y nada menos que reinventar por completo los ordenadores actuales, que, de una forma u otra se basan en los principios que definió von Neumann en los años 40 del siglo pasado. The Machine es algo completamente diferente y Fink prevé que estará lista a finales de esta década, aunque durante este año se podrán ver las primeras pruebas funcionales.
THE MACHINE
¿Pero de qué se trata exactamente? The Machine es un nuevo tipo de ordenador, diseñado para acabar con lo que Fink llama dark data. Todo el mundo está recolectando datos hoy en día, en la esperanza de poder evaluarlos con las nuevas tecnologías y aprender cosas nuevas de ellos, descubrir tendencias, etc. Pero no todo el mundo realmente evalúa todos los datos que recolecta y, además, cada vez hay más fuentes que generan información (como por ejemplo los dispositivos IoT) que, al final, no se emplea porque nadie sabe que existe.
Esta “información oscura” no tiene valor si no se evalúa, por ello HP Labs pensó en una forma de acelerar el procesamiento de datos de forma sustancial. El resultado es el memory driven computing. Así que el modelo de The Machine en el que están trabajando tiene 320 TB de memoria no volátil y todo se centra alrededor de ella. Una vez que la memoria ha arrancado, se pueden añadir CPU, GPU y periféricos. De hecho, se pueden reiniciar las CPU sin afectar a la memoria. Lo dicho: un concepto totalmente nuevo.
El problema es que la tecnología de memoria que necesita The Machine todavía no existe. Al menos no a un precio que la haga asequible en las cantidades que HPE propone.
De modo que Fink tiene mucho trabajo por delante. No solo ha de recuperar la confianza de los inversores en HPE, sino que su mayor proyecto, The Machine, se basa en una tecnología que aún no está disponible del modo deseado. Pero estamos hablando de una empresa en la que un ingeniero, esperando a que se hiciera su café y viendo cómo la cafetera salpicaba gotas en el filtro, inventó la impresión de chorro de tinta. Ahí es nada.