El dato, la información, se ha convertido en un aliado imprescindible en todo tipo de organizaciones, independientemente de su tamaño o sector. Según nos cuenta Javier Campelo (Aggity) en la entrevista que publicamos, hace diez años solo las grandes empresas podían acceder a estas tecnologías, teniendo en cuenta el elevado coste derivado de los proyectos de integración de datos y de adopción analítica.
La disrupción tecnológica —especialmente en el ámbito de cloud—ha conseguido democratizar el acceso a estas soluciones que, además, ya no vienen solo de los grandes vendors, sino, y especialmente, del open source. «La tecnología está madura, los datos son accesibles y se puede acelerar la integración de diversas fuentes. Es el momento perfecto para empezar a explorar nuevas vías y mejorar la cuenta de resultados, ser más eficientes, conseguir nuevos ingresos, nuevos modelos de negocio, etcétera”.
Se trata de dar contexto a ese puesto de trabajo ubicuo, que debería estar integrado en la cultura empresarial
Sí, es el momento. Las empresas ya tienen todo lo necesario para empezar, pero en ocasiones no ha definido una estrategia clara: el cómo, el cuándo o el para qué. Esto es algo que también remarca muy bien Joseba Díaz (DXC Technology) en este número: “Primero hay que saber cómo estás y hacia dónde quieres ir, y después montar el modelo que necesites”.
Valor para el negocio
Teniendo en cuenta que las organizaciones ya son capaces de manejar grandes volúmenes de datos, el siguiente paso es asegurarse que la información que producen tiene un valor para el negocio y que da una respuesta clara a cuestiones muy concretas: mejorar de la calidad del servicio o el número de clientes, hacer más eficientes determinados procesos. “Cada dato vale para un fin y es útil en un momento determinado”.
Cultura, personas
Pero este concepto de data driven solo funcionará si se introduce una cultura de datos que fluya a través de todos los departamentos de la organización. Para ello, los equipos de datos de deben integrar en todas las líneas de negocio e interactuar con las personas generando esa necesaria cultura de datos.
Esto es algo que queda muy bien reflejado en la entrevista publicada con los responsables de Takeda. Según Ana Ribera “El cambio más importante, y el más difícil, es el cultural. Cuesta hacer entender que estamos en un nuevo entorno y hay que aprender a trabajar con los datos, a analizarlos, a acceder al cuadro de mando que necesitas. Esto requiere esfuerzo, formación e involucración, y los empleados solo lo interiorizan si consigues demostrarles que el esfuerzo puede aportarles valor, y que no se trata de procesos que complican su día a día”.