«La combinación entre seguridad y experiencia de usuario es fundamental»

Modelos de trabajo. Licenciada en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, lleva toda su vida profesional en el ámbito de la consultoría de TI en empresas como Lambda Internacional, IBM o Compuware. En marzo de 2012 se incorporó a VMware como directora general para la región de Iberia. Participa también activamente en numerosas iniciativas relacionadas con el desarrollo de la presencia femenina en el sector tecnológico, como #SomosMujeresTech.

¿Se impone el modelo híbrido o la gente sigue yendo a la oficina?

El teletrabajo es un hábito que lleva con nosotros más de dos años y es difícil revertirlo. Se pueden discutir las ventajas o los inconvenientes que pueda tener, pero lo verdaderamente importante debería ser la productividad.

Las empresas tecnológicas hace ya mucho tiempo que vivimos en este mundo híbrido. Yo llevo diez años en esta compañía y en ningún momento se ha exigido la presencialidad. Seguramente hace cinco años hubiera sorprendido que la gente no viniese con cierta regularidad a la oficina, pero en ningún caso se hubiera exigido. Eso sí, los resultados, siempre.

El modelo híbrido tiene muchas ventajas; por ejemplo, para la conciliación: permite una mejor gestión de tu tiempo, el cuidado de la gente que tienes alrededor y el tuyo propio… La presencialidad tiene un tinte masculino muy pronunciado, y las mujeres, desde hace años, hemos sufrido el tener que encargarnos de los hijos e intentar compaginar los ámbitos personal y profesional.

Pero estos modelos de trabajo están afectando a la rotación, disminuyendo el engagement…

Esto tiene que ver con la cultura y con cómo se haga el onboarding. No tiene tanta incidencia en la gente que lleva trabajando tiempo en la empresa, sino en las nuevas incorporaciones. El reto es conseguir que se sientan ligadas a la organización, a su cultura y objetivos, que se consideren parte del equipo… Como suelo decir, que suden la camiseta.

Es cierto que sin el contacto “físico” con tus compañeros todo eso es más difícil de adquirir. Por eso es importante establecer vías de comunicación alternativas. Por ejemplo, nosotros organizamos una iniciativa todos los lunes —de media hora— a la que no es obligatorio asistir, aunque acuden la mayoría de los empleados porque es un punto de contacto entre todos. Yo me encargo de la apertura y luego se pone en común un tema que atañe a la mayor parte de la empresa, aunque también se tratan contenidos ligados a determinadas funciones. Al final hacemos juego con preguntas sobre lo que se ha expuesto.

Una mayor supervisión no está necesariamente relacionada con una mayor productividad

Así, por una parte, cumples una función de training: se ilustra sobre temas que no están pegados al día a día de los empleados, pero sí ligados a la compañía; por otro lado, es un punto de contacto para todo el mundo. Es un espacio virtual y común. Esto se puede complementar, por ejemplo, con la convocatoria de almuerzos en la oficina cada cierto tiempo, algo que ayude a las nuevas incorporaciones a compartir tiempo y espacio con otros compañeros.

¿Se está también incrementando la supervisión de estos empleados?

Este es el mayor error que puede haber. De hecho, según el estudio realizado por Vanson Bourne para VMware, el 72% de las empresas en España tiene, o planea implementar, medidas de supervisión de los teletrabajadores para analizar su productividad. Al final, eso produce un efecto colateral, porque a nadie le gusta sentirse vigilado. Es algo inherente al ser humano. Si medimos la “presencialidad” de alguna manera, aunque sea en un modelo de trabajo remoto, el empleado se siente vigilado y no da lo máximo de sí mismo.

Una mayor supervisión no está necesariamente relacionada con una mayor productividad; en ocasiones ocurre todo lo contrario. Incluso suele derivar en un alto índice de abandono.

Hoy día, la mayoría de los trabajos que desempeñan los empleados no consisten en darle a un clic continuamente; no se miden por un número de horas, sino por los resultados.

Esto es algo que debe ir ligado a la cultura de las compañías. De hecho, existen ejemplos muy significativos de clientes nuestros que incluso han aceptado ser una referencia pública; es el caso de CTTI y el Instituto Catalán de Salud en el ámbito público (ver cuadro), o el de Cepsa en el de la empresa privada.

Además, estamos trabajando con la Administración Central para renovar el puesto de trabajo del empleado público del futuro. Esta es una de nuestras grandes apuestas. Estamos muy orgullosos de ello porque, como ciudadanos, nos gusta que las Administraciones Públicas se modernicen para ofrecer un mejor servicio.

¿Cómo repercute en los objetivos de la empresa?

Fundamentalmente, los objetivos de la empresa deberían ser dos. Es cierto que una empresa se debe a sus accionistas, a los que hay que revertir la inversión. Pero hay que llegar a eso a través de la satisfacción de los clientes. Se trata de que la compañía gane dinero —que es un objetivo—, pero llegando ahí a través de un mercado satisfecho, al que, además, le estás ayudando también a cumplir con algunos de sus objetivos, como, por ejemplo, el de la sostenibilidad.

Por ejemplo, nosotros tenemos herramientas que ayudan a medir el dióxido de carbono que emite una empresa a través de sus operaciones, siempre que la compañía utilice tecnología VMware.

Conciliación y sostenibilidad

El puesto de trabajo híbrido aporta dos beneficios fundamentales. Por un lado, contribuye a mejorar la conciliación, a encontrar tiempo para uno mismo, para hacer deporte o salir, pero también para reflexionar, pensar, salir de la rueda… Al final, todo repercute positivamente en la empresa para la que ese individuo trabaja.

El otro tema está relacionado con la sostenibilidad, la eficiencia energética, la descarbonización, contaminar menos… Hace años que VMware no emite dióxido de carbono en sus propias operaciones. Además, a través de la Agenda 2030 trabajamos también para ayudar a nuestros clientes y partners a descarbonizarse. Esta economización de los recursos energéticos cobra aún más importancia en el actual contexto bélico, que nos está afectando a escala mundial. No solo se trata de consumir recursos energéticos verdes, sino de consumir menos.

Es más, vamos a cumplir ya 24 años como compañía y hay un dato muy interesante respecto a lo que aporta la virtualización en este contexto: cuatro años atrás, el uso de esta tecnología en todo el mundo hubiera supuesto un ahorro de emisiones equivalente a las de Francia, Alemania y España durante un año.

Ya tenemos mucho recorrido en este ámbito y somos muy conscientes de cómo tenemos que construir y contribuir a un mundo más sostenible. Esto pasa por muchas cosas, y el modelo de trabajo híbrido es fundamental: se ahorra en desplazamientos, se reducen emisiones, se facilita la conciliación de las familias y del propio individuo…  La pena es que no todo el mundo lo ve y se sigue asociando culturalmente una mayor supervisión y presencialidad a una mejor performance. Yo creo que no es así; y, de alguna manera, los datos lo avalan.

¿Esto tiene que ver con el tamaño o el sector?

No. Es algo cultural que se puede encontrar en diferentes industrias y tamaños, aunque hay ámbitos en los que la presencialidad es inevitable. No toda la población es susceptible de teletrabajar. En el negocio del retail, por ejemplo, es necesario que haya gente que reponga los productos, que organice la tienda, que se encargue de los cajeros en los supermercados…

Se trata de que la compañía gane dinero, pero hay que llegar ahí a través de la satisfacción del cliente

Pero, independientemente de eso, lo cierto es que hay una nueva generación que demanda estos modelos híbridos, que ha vivido los dos últimos años de su formación “a distancia”; y en esas edades, es mucho tiempo. Deja un gran poso y quienes lo han probado se han dado cuenta de que es posible. De hecho, las compañías atribuyen más del 30% de las rotaciones entre empleados a esa supervisión que comentábamos.

Son prácticas que chocan con estas nuevas generaciones. En cuanto a aquellos que ya llevamos algunos años trabajando, hemos visto un mundo anterior, pero la pandemia ha demostrado que los modelos híbridos funcionan

De este modo, en la medida en que la naturaleza del trabajo permita cierta hibridez, la adopción de los nuevos modelos va a ser un must. No habrá opción. La capacidad de atraer talento y compromiso va a estar reñida con aspectos como la presencialidad, la necesidad de ceñirse a un horario determinado…

¿Por qué tipo de modelos se está optando? 

Las empresas se están decantando mayoritariamente por implementar estos modelos híbridos, aunque con diferentes niveles de presencialidad. Tanto las empresas privadas como las Administraciones Públicas reconocen que la presencialidad de lunes a viernes no es necesaria, y aquí ya entran en juego diferentes ajustes para definir cuántos de esos días hay que ir a la oficina.

Yo soy una firme convencida de que las cosas se regulan de forma natural, que intentar limitar algo relacionado con el comportamiento humano no garantiza buenos resultados. Lo que sí funciona es dar libertad a la gente e ir a lo importante, que son los resultados; e, insisto, en una compañía como la nuestra, los resultados de negocio se entienden como consecuencia de clientes satisfechos.

Además, es fundamental contar con una solución tecnológica que habilite el despliegue de ese modelo personalizado y permita al empleado trabajar desde cualquier sitio de forma segura. Precisamente el de la seguridad fue uno de los grandes retos que tuvo la empresa española a principios de la pandemia y es una de las áreas de nuestro mercado con mayor margen de mejora. Es más, el 62% de las empresas afirma haber aumentado su presupuesto en seguridad, en la mayoría de los casos en doble dígito (entre un 11% y un 25%).

¿Cómo debería ser el puesto de trabajo híbrido?

Nosotros tenemos un mantra: any device, any application on any cloud. Se trata de poder acceder a cualquier aplicación desde cualquier dispositivo y que, además, esas aplicaciones puedan estar en cualquier nube, pública o privada. Esa esencia es la que perdura. Por ejemplo, a través de nuestra solución VMware Workspace ONE es posible consumir cualquier aplicación —tanto interna como de tipo SaaS— desde cualquier dispositivo. Puedo, a través de un móvil, aprobar gastos, ver proyecciones de negocio, acceder a documentos confidenciales, etcétera.

Lo que sí funciona es dar libertad a la gente e ir a lo importante, que son los resultados

Esta tecnología da a las personas la posibilidad de acceder a todas las aplicaciones que su empresa pone a su disposición, propias o en modo SaaS, y pueden acceder a ellas en cualquier momento, en cualquier lugar y desde cualquier dispositivo. Esto es lo que permite incrementar la productividad.

Evidentemente, todo esto impacta de forma clara en el área de TI y, especialmente, en lo relacionado con la seguridad. Antes, los empleados accedían a las aplicaciones y a los datos corporativos desde dentro, y ahora el paradigma ha cambiado. Es precisamente en este aspecto, la seguridad, en el que ponemos más énfasis en la plataforma de VMware Workspace ONE. El objetivo es garantizar la seguridad, tener el control sobre el acceso a las aplicaciones sin mermar la experiencia de usuario.

ICS y CTTI

Como casos de referencia de la implantación en tiempo récord de estos modelos de teletrabajo se pueden destacar los del Instituto Catalán de Salud (ICS) y el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI) de la Generalitat de Cataluña.
En cuanto al ICS, durante un escenario tan complejo como el de la pandemia, la tecnología de Fujitsu y VMware consiguió implantar una plataforma cloud para que el personal sanitario —cerca de 1200 profesionales— pudiera seguir trabajando plenamente desde hoteles medicalizados, hospitales de campaña o sus propios hogares, con seguridad y sin interrupciones.

Por su parte, el desarrollo que se lleva haciendo en CTTI desde 2019 ha sido clave para realizar el proyecto en ICS en un tiempo récord, permitiendo el acceso a la aplicación de atención especializada (ARGOS) o la virtualización del ECAP. Ambas soluciones permiten a los profesionales acceder al historial médico del paciente, al registro de prescripciones y a los tratamientos actuales.

Esto es muy importante. Se ha demostrado durante la pandemia, pero va a seguir siendo clave en el futuro: la experiencia de usuario resulta fundamental para la satisfacción del empleado. Hemos pasado de hablar de la experiencia del cliente a hacerlo de la experiencia del empleado; porque si tus empleados están satisfechos, lo transmitirán a sus clientes.

Esa combinación que aporta el área de TI, entre el control de los datos y las aplicaciones y la experiencia de usuario, es fundamental para el éxito de cualquier modelo de puesto de trabajo híbrido o remoto. Esa es clave, y es el valor que ofrecemos a nuestros clientes. La clave está en combinar la seguridad y el control que necesitan los departamentos de TI con una experiencia de usuario agradable.

Todo esto influye a la hora de atraer el talento

La atracción y retención del talento, joven o no tan joven, es algo fundamental para las empresas. Para conseguirla resulta determinante la combinación de tecnología y cultura. La confianza en el empleado, intentar que se sienta ligado a la compañía a través de una serie de valores…, todo eso va a dar resultados. Pero para poder proporcionarles todo eso necesitas tecnología. De nada sirve decir que no es obligatoria la presencialidad si no proporcionas un puesto de trabajo híbrido o remoto en determinadas ocasiones.

En lo que tiene que ver con el puesto de trabajo híbrido, la conexión entre recursos humanos y TI es fundamental

Además, cada vez hay más sinergias entre las áreas de recursos humanos y TI. Cuando yo empecé en este mundo, la de tecnología era una función aparte, de soporte o de apoyo. Esto ha ido evolucionando y ya hace tiempo que se ha convertido en algo absolutamente transversal. Y en lo que tiene que ver con el puesto de trabajo híbrido, la conexión entre recursos humanos y TI es fundamental.

Recursos humanos necesita apoyarse en TI para lanzar políticas de conciliación, de atracción y retención de talento, de compatibilidad de agendas y de horarios, o para cumplir determinadas medidas impuestas por el Gobierno.

Si recursos humanos no está suficientemente implicado con TI, difícilmente se puede construir una cultura adecuada y hacerla realidad. Además, TI también debe mirarse mucho en el espejo de recursos humanos a la hora de plantear las soluciones tecnológicas. La propuesta tiene que ser conjunta.

También incide en la imprescindible atracción del talento femenino 

Efectivamente. Yo, que me prodigo por los entornos STEM girl, intento fomentar vocaciones en las niñas que están decidiendo su futuro profesional, para que accedan a carreras tecnológicas y de ciencias, las famosas STEM. Uno de mis argumentos es que, cuando te dedicas a la tecnología, tienes muchísimas más herramientas que las disponibles en otras profesiones, y las adoptamos.

El sector de las tecnologías de la información tiene la cultura y las herramientas para adoptar estos modelos híbridos

Los modelos híbridos, sin la exigencia de presencialidad, están más aceptados culturalmente. Es uno de los grandes atractivos de la industria de TI para despertar nuevas vocaciones. El sector de las tecnologías de la información tiene la cultura y las herramientas para ello. En otras industrias existe la cultura, pero las herramientas no son tan accesibles; y en otros probablemente existan las herramientas pero la cultura no esté totalmente aceptada.

Eso no significa que vayas a trabajar menos, sino que vas a tener más autonomía para gestionar tu tiempo. Pero trabajar vas a trabajar mucho en cualquier cosa. El esfuerzo y el compromiso con la empresa son imprescindibles en cualquier carrera profesional.