Cada vez es más frecuente encontrarnos con empresas que diseñan programas orientados a cuidar la salud y el bienestar de sus empleados. Existen múltiples razones para ello, algunas más altruistas y otras más egoístas, pero todas ellas ayudan a conseguir que nuestros clientes vivan experiencias mejoradas, ya que los empleados que están contentos y satisfechos contribuyen muy positivamente a generarlas. Las empresas que cuentan con colaboradores más saludables, con un mayor grado de bienestar, aumentan su productividad, su rendimiento y su compromiso.
En busca del bienestar
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que el bienestar en el lugar de trabajo está relacionado con todos los aspectos de la vida laboral, desde la calidad y la seguridad del entorno físico hasta cómo los trabajadores se sienten con respecto al desarrollo de su actividad profesional, su entorno laboral, el clima en el trabajo y el modo en el que está organizado.
Desde luego, el bienestar de los trabajadores es un factor clave para determinar la efectividad a largo plazo de una organización. Muchos estudios muestran una relación directa entre los niveles de productividad, la salud general y el bienestar de la fuerza laboral.
Las empresas están reconociendo la necesidad de tomarse en serio el bienestar de las personas que conforman sus equipos de trabajo. Dado que el mayor activo de todas las organizaciones somos nosotros, las personas, tener una estrategia global de promoción de la salud y el bienestar se está convirtiendo en un hábito. Por si existen dudas sobre los principales elementos que componen este tipo de programas, algunos de los más habituales son la actividad física y el ejercicio, la nutrición, el estrés, el acceso a servicios sanitarios, obesidad, tabaquismo, etc. La creciente sensibilidad ante todas estas cuestiones provoca que se estén ampliando los programas de salud y bienestar, tocando temas tan dispares como la flexibilidad laboral, los chequeos médicos, las iniciativas para el control del estrés y la promoción de la actividad física. Además, para conseguir introducir hábitos más saludables, se están ampliando los incentivos para que puedan beneficiarse tanto los trabajadores como sus familiares.
Los empleados saludables somos más productivos…, y las empresas lo saben
Gympass
Teniendo en cuenta esta tendencia, y aprovechando el contexto de digitalización, César Augusto Carvalho, fundador de Gympass, ha creado la mayor red de gimnasios del mundo. Además, siguiendo la línea que ya han marcado otras grandes empresas de la economía de la compartición —como Airbnb o Uber—, lo ha hecho sin tener ninguno de ellos en propiedad.
Tal y como él mismo ha contado en diversas entrevistas, Gympass se concibió para permitir que las personas que viajan mucho por trabajo tuviesen acceso a centros deportivos sin necesidad de pagar una cuota mensual en cada uno de ellos. Después, esta idea original pivotó hacia un modelo en el que la línea de negocio más importante es la corporativa, la que lucha contra el sedentarismo para favorecer hábitos de vida más saludables.
El retorno es evidente: los empleados saludables somos más productivos, pero también se reduce la propensión al absentismo laboral, a las bajas por enfermedad, por depresión…, y las empresas lo saben.