La transformación digital de las organizaciones en España avanza, pero no al ritmo adecuado si queremos garantizar la competitividad y supervivencia de nuestro tejido empresarial. Esta es una de las principales reflexiones que se desprenden del estudio realizado por Íncipy, Digital Strategy Partner, con la colaboración de Inesdi, Digital Business School. El objetivo de este Índice de madurez digital de las empresas es conocer la evolución y el grado de madurez de las organizaciones que operan en el país. En esta segunda edición, aunque mejora la nota con respecto al estudio anterior (3,7 puntos) se sigue sin llegar al aprobado (4,1).

Cómo medir la madurez digital

La información de este segundo estudio se ha extraído y elaborado sobre las respuestas dadas por los 350 directivos encuestados, todos ellos con un nivel de responsabilidad medio-alto y procedentes de empresas de distintos tamaños y sectores. Con respecto a la edición anterior, es reseñable el incremento del porcentaje de profesionales con el rol de digital manager y chief digital officer, que pasa del 6 al 11%, dato que da una pista acerca de cómo las empresas comienzan a centrar esfuerzos y recursos en su digitalización.

El informe se asienta sobre 14 indicadores clave de la transformación digital, agrupados en cuatro grandes bloques:

Visión, organización y liderazgo. La visión y planificación de la transformación digital de una organización ha de ser promovida y liderada desde la alta dirección. Su apoyo y compromiso resultan fundamentales para la involucración de los equipos, el despliegue de proyectos alineados con la estrategia y la consecución de resultados.

Personas. Sin las personas no hay transformación digital. Es imprescindible que todas y cada uno de los trabajadores que componen la plantilla se sientan iinvolucrados y partícipes del proceso de cambio. Los resultados ofrecerán una foto del grado de madurez digital en este segundo bloque.

Clientes. Se trata de conocer y medir la experiencia que los clientes obtienen en su relación con cualquier empresa y con los productos y/o servicios que oferta. En la actualidad, esto resulta vital.

Negocio digital. La transformación digital impacta en el modelo de negocio de las empresas, ya sea por la adopción de nuevas tecnologías o por la aplicación de inteligencia de negocio, que permite obtener ventajas competitivas gracias a la recopilación y análisis de datos. En este punto se destacan como indicadores clave aspectos como la inteligencia de negocio o la innovación digital, a través de estrategias mobile, de e-Commer­ce, blockchain, inteligencia artificial, etc.

Aunque mejora la nota
con respecto al estudio anterior,
se sigue sin llegar al aprobado

Los indicadores hablan

Una vez descritos los indicadores sobre los que se ha realizado el análisis, llega el momento de poner el foco en los resultados. El índice de 2018 sitúa la madurez digital de las empresas en un 4,1 sobre 10, lo que supone un incremento del 0,4 respecto a 2017.

Este crecimiento resulta significativo en el ámbito de Visión, Organización y Liderazgo, donde la evolución ha sido más pronunciada. El 60% de las empresas ha avanzado en su proceso de digitalización, pero no hay que perder de vista que un 38% aún no cuenta con una hoja de ruta digital definida, que menos de la mitad (46%) afirma tener líderes digitales en posiciones clave y que el 72% no está orientando su transformación hacia modelos de gestión ágiles.

En lo que respecta al ámbito de Personas, un 25% manifiesta no tener ningún proyecto en marcha en torno a la comunicación interna y el trabajo en red, mientras que más de la mitad (56%) confiesa no contar con iniciativas para el aprovechamiento de los entornos digitales y el employer branding. En cuanto a la formación, destaca un dato preocupante con un gran margen de mejora: el 65% de las personas encuestadas considera que la mitad de las plantillas de sus organizaciones no tiene la formación adecuada.

Dentro del ámbito de Clientes los datos mejoran: la medición de la experiencia del cliente crece del 22% al 33% y se convierte en el nuevo centro de atención de las empresas, frente a la disminución del foco en  el producto, que baja en tres puntos. Más reseñable aún es el aumento de las iniciativas orientadas a favorecer una experiencia omnicanal, donde el porcentaje de empresas que las están desarrollando pasa del 32% al 48%. En todo caso, aunque se observa una mejora, tan solo el 3,4% de los entrevistados afirma contar con una estrategia integral en su organización.

Finalmente, en lo que a Negocio Digital se refiere, se observan muchas posibilidades de mejora, puesto que el 60% de las empresas no está adoptando todavía el uso de nuevas tecnologías e inteligencia de negocio. Si atendemos al uso de big data y business intelligence, tan solo el 28% de las organizaciones hace uso de ellos, lo que supone una clara merma en las oportunidades de generación de negocio.

Figura 1. Los cuatro estadios que definen el índice de madurez digital de las empresas.

Estadios de la madurez digital

Las empresas se encuentran inmersas en una transformación digital que puede analizarse a través de estadios con distintos niveles de madurez. Para ver de forma clara en qué situación se encuentra la madurez digital de las empresas en España, podemos hablar de cuatro niveles: Básico, Inicial, Estratégico y el Innovador (Figura 1).

Los datos de este año reflejan que el 81% de las empresas se encuentra en un estadio Básico (40%) o Inicial (41%), mientras que el 16% ha alcanzado el Estratégico y solo un 3% ha desarrollado su negocio digital hasta el punto de ubicarse en el Innovador. En comparación con el estudio anterior, destaca el avance de las organizaciones desde el estadio Básico al Inicial, así como el aumento, en dos puntos, del porcentaje que se ha posicionado en los más avanzados, el Estratégico e Innovador.

En conclusión, aunque contamos con datos que permiten ser optimistas, una vez en movimiento es necesario imprimir velocidad para no quedarse atrás. La supervivencia de las empresas está en juego.